Si veo una luz, tengo tanto miedo de desearla y otro más que se apague, que se desvanezca o simplemente que exista una barrera que deje marcada una mirada con cierta nostalgia, con cierta súplica de un poco de sentimiento y sentido.
Soy como un ave, vuelo como uno de ellos pero como los demás, no puedo comunicarme, se me han olvidado las palabras, me quedo solo con el aliento y un suspiro, a veces resignación y otras orgullo. Fascinado por el panorama de mi frente una nube desprende truenos en mi cien y no la soporto más, siento que me persiguen y que en veces veo venir los sonidos hacia a mi, veo luces llenas de colores y un resplandor blanco. Como las aves, me quedo pasmado y pensativo, me siento y sueño y canto por dentro y amo y beso y creo que siento esa calma y ese placer, aquel gozo que solo volando libremente en cielo despejado encima un ciento de estrellas formando una cinta con la Luna y gritándome al oído que me deje amar, que me deje seducir por los caprichos de mi andar y que si en el intento perezco, avanzar y pensar, razonar y meditar, jadear y respirar es lo único que queda.
.
.
.
/!_!\
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario