jueves, 30 de diciembre de 2010
ires y venires
miércoles, 29 de diciembre de 2010
Encuentro casual
Repleto de escaleras un cuarto gigante absorbe las ondas sonoras de gemidos callados e infinitos. Descalza camina una luz que brilla en su interior y así nuevamente, es guardián de la cuarta dimensión. En el sótano metros bajo tierra la humedad y la madera desprenden un aroma fresco y hace frío, dos desconocidos se encuentran de frente sin decir palabra, se miran fijamente y no tarda para que uno ceda y conceda la primer sonrisa. Caminan uno hacia el otro hasta llegar y dar un suspiro y respirar el aire del otro que está muy cerca. Con desmayo en el cuerpo se siguen observando con otra forma en los ojos de ella y la manera de respirar profunda y agitada de ambos. Por equivocación intencional él le toca la mano y ella suspira muy natural y siente una calma, cierra sus ojos y le dice -bésame y siente mi corazón. Toca este cuerpo que no conocerá otras manos. Toma mis labios y desprende mi alma a cada beso y con cada caricia devora mi aliento, graba la forma de mi cuerpo en tu memoria más prodigiosa y en un cielo coloca mi ser, abrázame muy fuerte, siente los latidos y la fuerza de tus caricias en mi cuerpo, siente el amor.
Porque cuando esto termine me encontraré en otro tiempo y otra dimensión escaleras y el caminar de una luz, un cuarto frío y otro aroma y frente a mi un hombre como tú.
martes, 28 de diciembre de 2010
Enfermo nocturno
Si veo una luz, tengo tanto miedo de desearla y otro más que se apague, que se desvanezca o simplemente que exista una barrera que deje marcada una mirada con cierta nostalgia, con cierta súplica de un poco de sentimiento y sentido.
Soy como un ave, vuelo como uno de ellos pero como los demás, no puedo comunicarme, se me han olvidado las palabras, me quedo solo con el aliento y un suspiro, a veces resignación y otras orgullo. Fascinado por el panorama de mi frente una nube desprende truenos en mi cien y no la soporto más, siento que me persiguen y que en veces veo venir los sonidos hacia a mi, veo luces llenas de colores y un resplandor blanco. Como las aves, me quedo pasmado y pensativo, me siento y sueño y canto por dentro y amo y beso y creo que siento esa calma y ese placer, aquel gozo que solo volando libremente en cielo despejado encima un ciento de estrellas formando una cinta con la Luna y gritándome al oído que me deje amar, que me deje seducir por los caprichos de mi andar y que si en el intento perezco, avanzar y pensar, razonar y meditar, jadear y respirar es lo único que queda.
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